El Gobierno de Estados Unidos se unió este domingo al llamado mundial para que Armenia y Azerbaiyán pongan fin a los enfrentamientos iniciados hace décadas por la disputa de la región separatista Nagorno Karabaj, que recibe el apoyo del Gobierno armenio; en tanto, el Departamento de Estado de la Unión Americana dijo que ya se contactó con los dos países en la víspera; esto, a fin de: “Urgir a ambas partes a cesar inmediatamente las hostilidades, usar los vínculos de la comunicación que existen para evitar una mayor escalada y a evitar la retórica y las acciones inútiles”.
Los archienemigos Armenia y Azerbaiyán se acusaron mutuamente de iniciar el domingo enfrentamientos que causaron al menos 23 muertos y amenazaron con involucrar a las potencias regionales Rusia y Turquía. Bajo este contexto, el Departamento de Estado de Estados Unidos añadió en un comunicado que “la participación en la escalada de violencia por parte de externos sería improductivo y exacerbaría tensiones regionales”.
Dieciséis combatientes separatistas de Armenia murieron y más de 100 resultaron heridos en estos combates, dijeron líderes rebeldes. Ambos bandos también informaron sobre muertos civiles. En tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU); los Gobiernos de Francia, Alemania e Italia, así como el bloque económico de la Unión Europea (UE), también instaron al cese del fuego inmediato para bien de la región y el mundo entero.
Por su parte, este mismo domingo, António Guterres, secretario general de la ONU, exhortó a Azerbaiyán y a las fuerzas separatistas de Nagorno Karabaj, apoyadas por Armenia, a “cesar inmediatamente los combates” en la región disputada, escenario de fuertes enfrentamientos y que en la víspera estallaron tras los encontronazos entre los Gobiernos de esas dos naciones en Asia.